MODALIDAD: CHIRIGOTA JUVENIL
LETRA: GABRIEL LÓPEZ SUÁREZ, JOSÉ A. ALCEDO RUBIO
LETRA: GABRIEL LÓPEZ SUÁREZ, JOSÉ A. ALCEDO RUBIO
MÚSICA: GABRIEL LÓPEZ SUÁREZ, JOSÉ M. MARTÍNEZ PÉREZ
TIPO: PERSONAJES DEL PROGRAMA DE JESÚS QUINTERO "LOS RATONES COLORAOS"
TIPO: PERSONAJES DEL PROGRAMA DE JESÚS QUINTERO "LOS RATONES COLORAOS"
Siempre he pensado que el niño que fuimos nunca nos abandona, aunque a veces lo guardemos en un rincón muy profundo de nuestra conciencia. Esta chirigota me ayudó a sacar a la luz ideas que sólo podía expresar un niño, con un lenguaje sencillo y directo, y realizar críticas a la sociedad con un planteamiento distinto al que realizamos los adultos. Así, problemas como la convivencia, las guerras, la muerte, la educación, eran tratados desde una mirada infantil, en una agrupación que además proporcionó al Carnaval de Puerto Real nuevos componentes que en la actualidad continúan participando activamente en la fiesta. Como colofón, al ser designado el “Sabio de Tarifa” pregonero de nuestros Carnavales, la chirigota participó activamente en el Pregón, en una experiencia magnífica para todos sus componentes.
PASODOBLE
Este año en el colegio, que sorpresa,
me he encontrado un nuevo amigo de verdad,
que es de Cádiz, y que por falta de vivienda,
su familia vive ya en Puerto Real.
No le gusta y no comprende
que en su casa siempre escuche criticar:
no te juntes con la gente de este pueblo,
que te pueden contagiar hasta el acento,
tu futuro debe estar en la capital,
y aunque añora a los que fueron sus amigos,
él se encuentra muy feliz aquí conmigo,
y con todo el que le ofrece su amistad.
Y a mí también me pasa
si dicen en mi casa
no hables con los de afuera,
que no quieren jolgorios,
tan sólo un dormitorio
y cerca la escuela.
Pero mi amigo se siente
un puertorrealeño más,
pasamos juntos las horas,
nuestros juegos y los estudios,
y ahora que estamos creciendo,
nadie nos va a separar,
y vamo a crecer luchando por nuestro pueblo.
PASODOBLE
Soy un niño y de política no entiendo,
ni quisiera hablar de ella en Carnaval,
pero hay algo que me sale muy de adentro,
cuando mueren otros niños de mi edad.
¡Tantas guerras, tantas guerras!,
y aunque joven, ya conozco la razón:
todas nacen por el maldito dinero,
y hasta pueden destruir el mundo entero,
y no importa cuanta gente morirá;
el dinero disimula las conciencias,
vuelve locos incluso a los hombres de ciencia
que construyen bombas en vez de curar.
Malditas sean las guerras,
maldito el que la inventa,
y malditos los misiles,
que acaban con las vidas
de mujeres y niños,
siendo civiles.
Por eso pido ahora mismo
al que las pueda parar:
que piense, si el tiene hijos,
si les gustaría verlos
con hambre y llenos de heridas,
pidiéndole compasión,
perdiendo sin un motivo sus cortas vidas.
PASODOBLE
Si se fijan un momento en nuestro grupo,
echarán de menos al mejor ratón,
el más listo y el que más amigos tuvo
por lo grande que tenía el corazón.
“El Peíto” le llamaban,
Antoñito era su nombre de verdad,
fue bohemio, aventurero de las calles,
Ratoncito Colorao en Quitapesares,
y su orgullo lo cambió por dignidad.
Sin saberlo resultó que era un artista
le querían todos, menos los dentistas,
porque un diente no da nada que ganar.
Y casi de puntillas,
se larga de Sevilla
nuestro ratón colorao,
porque no quiere darle
más problemas al compadre
ni a su cuñao.
Nunca debiera morirse
alguien que te hace reir,
y nunca podré olvidarme
de la pena de tu amigo
cuando yo lo ví llorando
sentía dentro de mí
que una lucecita alegre se fue apagando.
PASODOBLE
Cien dibujos salpicados de acuarelas,
cien pupitres con la tinta a flor de piel,
cien escuelas dentro de una misma escuela,
cien amores, corazones de pared.
Cien campanas por tu patio,
cien mañanas de obligado madrugar,
cien cuadernos to llenitos de tachones,
cien problemas que no tienen soluciones,
cien charcales igualitos que la mar,
cien balones que terminan embarcaos
cien bigotes de tres pelos mal contaos,
cien pizarras castigadas: no hay que hablar.
Cien locas travesuras,
cien grandes aventuras,
cien amigos verdaderos.
Cien corazones grandes,
cien que venga tu padre,
cien no hay recreo.
Cien buenas oraciones,
cien momentos de dudar.
Cien sueños que se cumplen,
cien fracasos que no avisan,
cien septiembres, cien veranos.
Cien años Puerto Real,
cien velas para soplar junto a tus Hermanos.
