LETRA: JOSÉ A. ALCEDO RUBIO Y JOSÉ M. MARTÍNEZ PÉREZ
MÚSICA: ANTONIO GARCÍA FERNÁNDEZ, VICTORIANO GARCÍA GARCÍA Y JOSÉ ZALDÍVAR HENRY
DIRECCIÓN: JUAN ROSENDO MARTÍNEZ
REPRESENTANTE LEGAL: CÉSAR CUSTODIO MORILLO
TIPO: PUERTORREALEÑOS QUE TRAS LA INVASIÓN FRANCESA SE REFUGIAN EN CÁDIZ.
Otro
año con el coro de Antonio García, y otra nueva experiencia que recoger
en este blog. Por descanso de Victoriano, que se tomó un año sabático,
me tuve que encargar de una gran parte del repertorio, aunque con la
magnífica ayuda de Sema en los cuplés. Aunque no pudimos presentar mucho
repertorio en el Falla –no pasamos las clasificatorias- sí estoy muy
contento de ese coro, y para mí son las letras que más me han gustado de
todas las que he escrito. Ahí quedan, para todos vosotros.
PRESENTACIÓN
La luna desgarra el cielo
en una noche infernal,
ya se rindió El Trocadero
muere Puerto Real.
Luchar, sí, hay que luchar,
reconquistar la libertad
y nuestro honor.
Quiero cantar,
para ocultar nuestro dolor.
oh! oh!
Mi pueblo siempre fue libre,
pero llegó el invasor,
y las murallas de Cádiz
fueron mi salvación.
En cuanto llegamos,
ya nos dimos cuenta,
que en tus calles y plazas la vida
es de otra manera.
Si es que hasta las guerras
aquí son distintas,
y se oculta el hambre
con la sonrisa.
Las mujeres lucían alegres
tirabuzones,
conquistando su amor
yo perdía todos los miedos
a los fanfarrones.
Ya no pude sentirme un extraño
nunca jamás,
pues la misma muralla que me acogió
ahora mismo rodea mi corazón.
Fue tiempo de lucha, temor y venganza,
codo a codo unidos, con una esperanza,
salvar la bahía, la tierra y la mar,
fueron muchas amistades,
muchos amores, que recordar,
que ya fundieron por siempre
a Cádiz junto a Puerto Real.
TANGO
La retirada a tiempo es una victoria
propia del que pelea sin corazón,
y yo vengo dispuesto a ganar la gloria,
dejando pa’ la Historia
tu Constitución.
No me importa morir en plena batalla,
siempre adelante y nunca retroceder,
lo mismo en la trinchera como en el Falla
mis coplas serán las armas que yo tendré.
Y cómo puedo rendirme si es que tengo
tan cerca del Trocadero, el Torreón
de tus Puertas de Tierra donde los vientos
son aires de victoria pa’ tu pendón.
Mi mayor ilusión (Ay Cádiz defenderte)
es morir con honor (no me importa la muerte),
por más bombas que tiren esos cañones tan traicioneros,
de los franceses, o los que me apuntan cada Febrero,
que nunca se te olvide que al lado siempre tendrás
pa’ defenderte al coro Puerto Real.
Si, si combatimos unidos a los invasores,
también juntaremos las ilusiones,
en esta guerra del Carnaval.
Carnaval,
y aunque vengan los enemigos ocultos bajo un disfraz,
juro que lucharé,
sin dejar de cantar,
sin pararme a pensar
en las bombas que nos puedan tirar unos fanfarrones.
TANGO
Dicen que la justicia siempre fue ciega,
por eso debe ser que nunca ve ná,
con los ojos tapados ella se entrega,
y es porque nunca llega
a ver la verdad.
Por eso no me extraña que se den casos,
que a todos nos hicieron estremecer,
sentencias que llegaron con gran retraso
dejando a los criminales a su merced.
Yo que tenía tan claro que las leyes
siempre nacían buscando la igualdad,
lo mismo pa un mendigo que pa los reyes
y pronto me di cuenta ¡qué falsedad!.
Por querer negociar (sueltan los terroristas),
si vuelven a matar (los buscarán deprisa),
y no importa que un hombre que es inocente sufra condena,
ni que los padres de aquella chiquilla mueran de pena,
los responsables nunca dirán que hubo un error,
ni tan siquiera van a pedir perdón.
Y por desgracia en España todo se calla,
Pidiendo Justicia faltan agallas,
y nos quedamos en el sofá,
que no somos más importantes si gana en tenis Nadal,
ni con la Selección.
Defender la verdad,
la Justicia y la Paz,
son competiciones donde nos falta ganar medallas.
TANGO
Cádiz se va acercando muy lentamente,
al ritmo del vaivén de aquél autobús,
ella ve con temor que se acaba el puente,
su corazón se siente,
lleno de inquietud.
Pasa toda una vida por su memoria,
y a sus ochenta años no puede más,
de sus recuerdos quedan tan sólo historias,
que borra poquito a poco la enfermedad.
Sueña con ser nuevamente la chiquilla,
que en La Caleta jugaba al esconder,
hoy sigue oculta dentro de una barquilla,
mientras su amigo cuenta del uno al diez.
Con el uno, dos, tres (¡que el tiempo está pasando!)
cuatro, cinco y el seis (¡irse ya preparando!)
Cierra los ojos y piensa cuando de Cádiz ya se marchaba,
para casarse con ese muchacho que la adoraba,
y aunque puertorrealeña muy orgullosa será,
ella siempre soñaba con regresar.
Cádiz, yo quiero pedirte, si una mañana,
la ves por tus calles como una anciana,
recuerda aquella niña que fué,
y le buscas un escondite, que está jugando otra vez,
dale tu corazón,
siete, ocho, nueve, diez,
que ha vuelto a la niñez,
cuida de mi madre, tan viejecita, tan gaditana.
TANGO
Tan sólo cuando luchan nos damos cuenta
de la fuerza que tiene cualquier mujer,
luego las convertimos en cenicientas,
que a las doce despiertan,
sin saber por qué.
En la historia del mundo se quedan fuera,
muy pocas veces vemos alguna ocasión,
que se recuerde a Lola la Piconera
o la lucha de Agustina por Aragón.
Nada se cuenta de miles de mujeres,
que soportaron con toda dignidad,
ver cómo las obligan con mil deberes,
y que nadie defienda su libertad.
No les basta luchar (ni aparecen su nombres),
tienen que demostrar (mucho más que los hombres),
son mujeres que hicieron de esposa, hija, madre, o amiga,
protagonistas, a pesar que en los libros nunca se diga.
No hace falta que busques muy lejos, porque además,
al lado tuya la puedes encontrar.
Tenemos que curarnos tantas heridas,
de toda esa historia mal aprendida,
y abrir los ojos ya de una vez,
que su fuerza no es de este siglo, pues siempre se pudo ver,
en la guerra y la paz,
luchando a una mujer,
pues debe defender
ese gran secreto, maravilloso, que es dar la vida.
TANGO
Yo siempre imaginé la Bahía nuestra
como un patio vecino, en su intimidad,
y que en sus esquinitas tiene seis puertas,
que al mundo se despiertan,
con Javier Ruibal.
Una copa de vino y un “pescaíto”
del Puerto que te dio la primera luz,
te sentirás Javier, en El Vaporcito,
igual que Corto Maltés en los Mares del Sur.
El Muelas, con El Pelao, en San Fernando,
Juan y Lucía dejaron Nueva York,
y en la Venta de Vargas están tocando
pendientes que le escribas otra canción.
Rota quiere olvidar (la Base Americana)
y no ser oriental (sólo ser gaditana),
las playas de Chiclana son para náufragos del Sahara,
que en su mirada te traen de regalo la luna clara,
y El Trocadero que hay en mi pueblo lo puedes ver
entre jardines al pie de la Torre Eiffel.
Cádiz, que es siempre la misma y tan diferente,
Venecia y La Habana al cruzar el puente,
la luz de Roma en la Catedral,
y la plaza de San Antonio se volverá universal,
cuando una sola voz,
con tu pregón dirá
que llega el Carnaval
a los cuatro vientos, a los siete mares y los continentes.
TANGO
Dando una vueltecita por los esteros,
casi sin darme cuenta llegué a parar
cruzando las salinas, al Trocadero,
hoy lo rodea entero,
la zona industrial.
Me imaginé el esfuerzo de mis paisanos,
cómo lo defendieron hasta el morir,
juntos puertorrealeños y gaditanos,
Puntales y Matagorda ¡Hay que resistir!.
Y aunque pasaron los años por su suelo,
esos lugares conservan su dolor,
antes fueron soldados, hoy son obreros,
los que caen derrotados sin compasión.
Con la reconversión (esa guerra empezaba),
cuando Delphi cerró (una bomba estallaba).
Nadie tiene la culpa, dicen que falla el capitalismo,
y aunque han pasado ya doscientos años, más de lo mismo,
Puntales, Matagorda y el Trocadero otra vez,
tienen más gaditanos que defender.
Y por el puente Suazo por San Fernando,
el nuevo enemigo se va acercando,
que la Bahía despierte ya,
que tenemos más fanfarrones delante que derrotar,
de qué coño sirvió
la lucha del ayer,
si dos siglos después
otros enemigos, impunemente, nos van matando.
TANGO
Ya sé querido amigo que estás tan triste
que ni siquiera un tango te va ayudar,
pero es el corazón el que a mí me insiste,
y nadie se resiste
a su voluntad.
No puedo asegurarte que exista un cielo
donde van los coristas para cantar,
pero Jesús Monzón se marchó primero
y algo Selu vería que fue detrás.
Y en la batalla continua, que es la vida,
día tras día tenemos que luchar,
yo te ofrezco mis manos pa que La Viña
levante una muralla junto a la mar.
Que le evite el dolor (si se va un compañero)
que le de protección (a los coristas buenos)
Una muralla eterna que la proteja frente a la muerte
que no se rinda y ante sus ataques la haga más fuerte,
una muralla altiva que a todos anunciará
que el coro de la Viña resistirá.
Si, si piensas hoy que el dolor para ti es eterno,
te mando un abrazo de amor fraterno,
desde mi tierra, Puerto Real,
y si es cierto que existe un cielo seguro que allí estarán,
Selu junto a Jesús,
haciendo Carnaval,
música celestial,
y somos nosotros los que quedamos en un infierno.
CUPLÉ
Cada vez hay más y más famosos
¡Ay por Dios!,
se mantienen porque todos salen
en televisión.
(En todas las cadenas)
Mu guapetón (y chulo),
tiene que ser (seguro),
pa que las niñas se derritan con su voz.
Por ejemplo en Cádiz puede verse
que hay un Duque que ha llegado de improviso,
y una que yo sé, si ella pudiera
le pone un piso,
le pone un piso.
Es un duque guapo pa chillarle,
y están toas las gaditanas enamorás.
Ese duque barrigón,
es Paco Rosado, te lo aviso,
que no hay peña que lo harte
de ostiones, gambas y de erizos.
CUPLÉ
¡Qué felices van nuestros ancianos
por ahí!
De viaje con los del Inserso
yo quisiera ir.
Te sale muy (barato),
y pasas un (buen rato),
aunque se escuchen flatos,
y paren muchas veces para hacer pipí
Aunque vayan cerca, eso no importa,
como tienen sus achaques tan en cuenta,
llenan de pastillas una caja,
que es de herramientas, que es de herramientas.
Hace poco unos atracadores
asaltaron del Inserso un autobús,
con el mono, uno gritó:
dadme toda esa maravilla.
No miraron ni el dinero,
se largaron con toas las pastillas.
POPURRÍ
PRIMERA CUARTETA
(“DANZA EN EL AIRE”)
La batalla pronto va a empezar,
¡luchad!.
Las murallas me hacen inmortal,
¡luchad!.
La Tacita brilla al amanecer,
y se prepara “pa” defender
Las Cortes del asedio francés.
Si la suerte decidiera mi fin,
si mi destino fuera morir,
tú nunca olvides que fue por ti.
La batalla pronto va a empezar
¡luchad!
SEGUNDA CUARTETA
(“INNUENDO”, de QUEEN)
Puerto Real
fue de repente destruido sin más,
entre las ruinas se oye un niño llorar,
no queda nada de mi hogar.
¡Ay de mi hogar!
¡Qué destrucción!,
mujeres, niños, viejos, todos igual,
son condenados a una muerte fatal,
sólo unos cuantos conseguimos escapar.
¡Ay escapar! ¡Mi libertad!
Yo no sé que está bien o qué está mal,
hay que matar, aunque siempre yo viví soñando con la paz,
y el pueblo tan sólo quiere, quiere,
poder trabajar, reir y soñar , y cantar.
TERCERA CUARTETA
(“EL BARÓN DE BIDÉ”, de LA TRINCA)
Como en todos los trabajos, en las guerras se logró,
un rincón “pa” fumar, y un ratito de expansión.
Vacaciones, asuntos propios, días libres y demás,
y hasta nos dieron permiso “pa” un concurso carnaval.
Invitamo a los franceses, “pa” poder participar,
porque al menos en los cuplés los vamos a derrotar.
Y dijeron los mesié
que ellos oui participé.
Oh la lá, oh mondieu,
haguemos una chiguigota,
“pa” sacar “mu” buena nota,
al jugado compgagué.
CUARTA CUARTETA
(“NAPOLEÓN, PEPE BOTELLA”…, PASODOBLE DE HNOS. MÁRQUEZ MATEO)
Cuando el concurso empezó
ya ni un disparo se oyó,
hubo tregua en los dos frentes.
Parece que el Carnaval,
es como una enfermedad,
que contagia a toa la gente,
y nos hace diferentes.
Pero al final qué follón,
pues Napoleón
tuvo una derrota,
fue gracias a Los Carapapas
que nos escribieron
nuestra chirigota.
QUINTA CUARTETA
(“LAS COSAS DEL QUERER”, de QUINTERO, LEÓN Y QUIROGA)
Luego vino a enamorame
una bella francesita,
vi como poquito a poco
se acercaba a mi garita.
No era muy fea de cara
aunque tenía bigote,
y pensé que las francesas
son así, ¡Ay qué carajote!
Lo nuestro tiene que ser
aunque todas las mañanas
yo te preste mi Guillete.
Son las cosas de la vida,
son las cosas del querer,
hasta que yo me dí cuenta:
la gachín era un gaché.
Desde entonces lo vi claro,
la batalla está “ganá”,
ellos son de mariconia
y yo de Puerto Real.
Que no tienen “ná” que ver,
gaditanos y franceses
con las cosas del querer.
SEXTA CUARTETA
(“LA LEYENDA DEL TIEMPO”, de FEDERICO GARCÍA LORCA y R. PACHÓN))
En las guerras siempre existen
sinvergüenzas y traidores,
sinvergüenzas y traidores.
Fueron los afrancesados
unos malos españoles,
unos malos españoles.
También los vemos ahora:
empresarios, presidentes,
empresarios, presidentes,
Que olvidan sus ideales,
y al enemigo se venden,
y al enemigo se venden.
Violadores, terroristas,
el político, el banquero,
el político, el banquero.
Todos ellos son los lobos,
disfrazados de corderos,
disfrazados de corderos.
SÉPTIMA CUARTETA
(“POR EL BULEVAR DE LOS SUEÑOS ROTOS”, de JOAQUÍN SABINA)
Cuando un corazón sabe que se ha roto,
cuando la muerte parece poco,
si no se escuchan ya tus latidos,
la realidad se hace más amarga,
cuando la vida se ve tan larga
y la esperanza ya se ha perdido.
En una ciudad de cristales rotos
cuando la guerra nos vuelve locos,
no recordamos qué fue el cariño.
Cuando la música son dos notas
desafinadas, que alguien las toca
para acallar el llanto de un niño.
Ya de nada me sirve cantar
si hasta en tu Carnaval
hay un toque de queda,
mi batalla tan sólo será
por tener libertad
“pa” cantarle a mi tierra.
“pa” cantarle a mi tierra.
OCTAVA CUARTETA
(“CÁDIZ”, de CHUECA y VALVERDE)
¡Viva Cádiz!
se fueron los franceses,
no quieren pelear,
pues dicen que esta tierra
no sólo es Carnaval.
Han visto que la rabia
empuja a nuestro honor,
y siempre humillaremos así,
al invasor.
Si te engañan lucharé,
si te atacan gritaré,
si te matan mataré,
¡mataré, si es necesario!.
la Bahía salvaré,
y a mi pueblo abrazaré,
con mis coplas le diré,
ten valor.
ten valor,
que la batalla final
no ha hecho más que empezar.
¡Viva Cádiz!
el mundo a ti te envidia,
por ser la capital
de los pueblos de España,
y América ultramar,
no existen más fronteras
que las que pone el mar,
y Cádiz luce de otro color
al despertar.
Si al menos un poquito te pude ayudar,
te juro, mi Cádiz, siempre me tendrás
para cantar, para luchar, para cantar, para luchar,
Juro que Puerto Real,
juro que Puerto Real,
con sus manos, con el alma, siempre te defenderá.
La guerra ya finalizó,
¡Que viva tu Constitución!
La guerra ya finalizó,
¡Que viva tu Constitución!La luna desgarra el cielo
en una noche infernal,
ya se rindió El Trocadero
muere Puerto Real.
Luchar, sí, hay que luchar,
reconquistar la libertad
y nuestro honor.
Quiero cantar,
para ocultar nuestro dolor.
oh! oh!
Mi pueblo siempre fue libre,
pero llegó el invasor,
y las murallas de Cádiz
fueron mi salvación.
En cuanto llegamos,
ya nos dimos cuenta,
que en tus calles y plazas la vida
es de otra manera.
Si es que hasta las guerras
aquí son distintas,
y se oculta el hambre
con la sonrisa.
Las mujeres lucían alegres
tirabuzones,
conquistando su amor
yo perdía todos los miedos
a los fanfarrones.
Ya no pude sentirme un extraño
nunca jamás,
pues la misma muralla que me acogió
ahora mismo rodea mi corazón.
Fue tiempo de lucha, temor y venganza,
codo a codo unidos, con una esperanza,
salvar la bahía, la tierra y la mar,
fueron muchas amistades,
muchos amores, que recordar,
que ya fundieron por siempre
a Cádiz junto a Puerto Real.
TANGO
La retirada a tiempo es una victoria
propia del que pelea sin corazón,
y yo vengo dispuesto a ganar la gloria,
dejando pa’ la Historia
tu Constitución.
No me importa morir en plena batalla,
siempre adelante y nunca retroceder,
lo mismo en la trinchera como en el Falla
mis coplas serán las armas que yo tendré.
Y cómo puedo rendirme si es que tengo
tan cerca del Trocadero, el Torreón
de tus Puertas de Tierra donde los vientos
son aires de victoria pa’ tu pendón.
Mi mayor ilusión (Ay Cádiz defenderte)
es morir con honor (no me importa la muerte),
por más bombas que tiren esos cañones tan traicioneros,
de los franceses, o los que me apuntan cada Febrero,
que nunca se te olvide que al lado siempre tendrás
pa’ defenderte al coro Puerto Real.
Si, si combatimos unidos a los invasores,
también juntaremos las ilusiones,
en esta guerra del Carnaval.
Carnaval,
y aunque vengan los enemigos ocultos bajo un disfraz,
juro que lucharé,
sin dejar de cantar,
sin pararme a pensar
en las bombas que nos puedan tirar unos fanfarrones.
TANGO
Dicen que la justicia siempre fue ciega,
por eso debe ser que nunca ve ná,
con los ojos tapados ella se entrega,
y es porque nunca llega
a ver la verdad.
Por eso no me extraña que se den casos,
que a todos nos hicieron estremecer,
sentencias que llegaron con gran retraso
dejando a los criminales a su merced.
Yo que tenía tan claro que las leyes
siempre nacían buscando la igualdad,
lo mismo pa un mendigo que pa los reyes
y pronto me di cuenta ¡qué falsedad!.
Por querer negociar (sueltan los terroristas),
si vuelven a matar (los buscarán deprisa),
y no importa que un hombre que es inocente sufra condena,
ni que los padres de aquella chiquilla mueran de pena,
los responsables nunca dirán que hubo un error,
ni tan siquiera van a pedir perdón.
Y por desgracia en España todo se calla,
Pidiendo Justicia faltan agallas,
y nos quedamos en el sofá,
que no somos más importantes si gana en tenis Nadal,
ni con la Selección.
Defender la verdad,
la Justicia y la Paz,
son competiciones donde nos falta ganar medallas.
TANGO
Cádiz se va acercando muy lentamente,
al ritmo del vaivén de aquél autobús,
ella ve con temor que se acaba el puente,
su corazón se siente,
lleno de inquietud.
Pasa toda una vida por su memoria,
y a sus ochenta años no puede más,
de sus recuerdos quedan tan sólo historias,
que borra poquito a poco la enfermedad.
Sueña con ser nuevamente la chiquilla,
que en La Caleta jugaba al esconder,
hoy sigue oculta dentro de una barquilla,
mientras su amigo cuenta del uno al diez.
Con el uno, dos, tres (¡que el tiempo está pasando!)
cuatro, cinco y el seis (¡irse ya preparando!)
Cierra los ojos y piensa cuando de Cádiz ya se marchaba,
para casarse con ese muchacho que la adoraba,
y aunque puertorrealeña muy orgullosa será,
ella siempre soñaba con regresar.
Cádiz, yo quiero pedirte, si una mañana,
la ves por tus calles como una anciana,
recuerda aquella niña que fué,
y le buscas un escondite, que está jugando otra vez,
dale tu corazón,
siete, ocho, nueve, diez,
que ha vuelto a la niñez,
cuida de mi madre, tan viejecita, tan gaditana.
TANGO
Tan sólo cuando luchan nos damos cuenta
de la fuerza que tiene cualquier mujer,
luego las convertimos en cenicientas,
que a las doce despiertan,
sin saber por qué.
En la historia del mundo se quedan fuera,
muy pocas veces vemos alguna ocasión,
que se recuerde a Lola la Piconera
o la lucha de Agustina por Aragón.
Nada se cuenta de miles de mujeres,
que soportaron con toda dignidad,
ver cómo las obligan con mil deberes,
y que nadie defienda su libertad.
No les basta luchar (ni aparecen su nombres),
tienen que demostrar (mucho más que los hombres),
son mujeres que hicieron de esposa, hija, madre, o amiga,
protagonistas, a pesar que en los libros nunca se diga.
No hace falta que busques muy lejos, porque además,
al lado tuya la puedes encontrar.
Tenemos que curarnos tantas heridas,
de toda esa historia mal aprendida,
y abrir los ojos ya de una vez,
que su fuerza no es de este siglo, pues siempre se pudo ver,
en la guerra y la paz,
luchando a una mujer,
pues debe defender
ese gran secreto, maravilloso, que es dar la vida.
TANGO
Yo siempre imaginé la Bahía nuestra
como un patio vecino, en su intimidad,
y que en sus esquinitas tiene seis puertas,
que al mundo se despiertan,
con Javier Ruibal.
Una copa de vino y un “pescaíto”
del Puerto que te dio la primera luz,
te sentirás Javier, en El Vaporcito,
igual que Corto Maltés en los Mares del Sur.
El Muelas, con El Pelao, en San Fernando,
Juan y Lucía dejaron Nueva York,
y en la Venta de Vargas están tocando
pendientes que le escribas otra canción.
Rota quiere olvidar (la Base Americana)
y no ser oriental (sólo ser gaditana),
las playas de Chiclana son para náufragos del Sahara,
que en su mirada te traen de regalo la luna clara,
y El Trocadero que hay en mi pueblo lo puedes ver
entre jardines al pie de la Torre Eiffel.
Cádiz, que es siempre la misma y tan diferente,
Venecia y La Habana al cruzar el puente,
la luz de Roma en la Catedral,
y la plaza de San Antonio se volverá universal,
cuando una sola voz,
con tu pregón dirá
que llega el Carnaval
a los cuatro vientos, a los siete mares y los continentes.
TANGO
Dando una vueltecita por los esteros,
casi sin darme cuenta llegué a parar
cruzando las salinas, al Trocadero,
hoy lo rodea entero,
la zona industrial.
Me imaginé el esfuerzo de mis paisanos,
cómo lo defendieron hasta el morir,
juntos puertorrealeños y gaditanos,
Puntales y Matagorda ¡Hay que resistir!.
Y aunque pasaron los años por su suelo,
esos lugares conservan su dolor,
antes fueron soldados, hoy son obreros,
los que caen derrotados sin compasión.
Con la reconversión (esa guerra empezaba),
cuando Delphi cerró (una bomba estallaba).
Nadie tiene la culpa, dicen que falla el capitalismo,
y aunque han pasado ya doscientos años, más de lo mismo,
Puntales, Matagorda y el Trocadero otra vez,
tienen más gaditanos que defender.
Y por el puente Suazo por San Fernando,
el nuevo enemigo se va acercando,
que la Bahía despierte ya,
que tenemos más fanfarrones delante que derrotar,
de qué coño sirvió
la lucha del ayer,
si dos siglos después
otros enemigos, impunemente, nos van matando.
TANGO
Ya sé querido amigo que estás tan triste
que ni siquiera un tango te va ayudar,
pero es el corazón el que a mí me insiste,
y nadie se resiste
a su voluntad.
No puedo asegurarte que exista un cielo
donde van los coristas para cantar,
pero Jesús Monzón se marchó primero
y algo Selu vería que fue detrás.
Y en la batalla continua, que es la vida,
día tras día tenemos que luchar,
yo te ofrezco mis manos pa que La Viña
levante una muralla junto a la mar.
Que le evite el dolor (si se va un compañero)
que le de protección (a los coristas buenos)
Una muralla eterna que la proteja frente a la muerte
que no se rinda y ante sus ataques la haga más fuerte,
una muralla altiva que a todos anunciará
que el coro de la Viña resistirá.
Si, si piensas hoy que el dolor para ti es eterno,
te mando un abrazo de amor fraterno,
desde mi tierra, Puerto Real,
y si es cierto que existe un cielo seguro que allí estarán,
Selu junto a Jesús,
haciendo Carnaval,
música celestial,
y somos nosotros los que quedamos en un infierno.
CUPLÉ
Cada vez hay más y más famosos
¡Ay por Dios!,
se mantienen porque todos salen
en televisión.
(En todas las cadenas)
Mu guapetón (y chulo),
tiene que ser (seguro),
pa que las niñas se derritan con su voz.
Por ejemplo en Cádiz puede verse
que hay un Duque que ha llegado de improviso,
y una que yo sé, si ella pudiera
le pone un piso,
le pone un piso.
Es un duque guapo pa chillarle,
y están toas las gaditanas enamorás.
Ese duque barrigón,
es Paco Rosado, te lo aviso,
que no hay peña que lo harte
de ostiones, gambas y de erizos.
CUPLÉ
¡Qué felices van nuestros ancianos
por ahí!
De viaje con los del Inserso
yo quisiera ir.
Te sale muy (barato),
y pasas un (buen rato),
aunque se escuchen flatos,
y paren muchas veces para hacer pipí
Aunque vayan cerca, eso no importa,
como tienen sus achaques tan en cuenta,
llenan de pastillas una caja,
que es de herramientas, que es de herramientas.
Hace poco unos atracadores
asaltaron del Inserso un autobús,
con el mono, uno gritó:
dadme toda esa maravilla.
No miraron ni el dinero,
se largaron con toas las pastillas.
POPURRÍ
PRIMERA CUARTETA
(“DANZA EN EL AIRE”)
La batalla pronto va a empezar,
¡luchad!.
Las murallas me hacen inmortal,
¡luchad!.
La Tacita brilla al amanecer,
y se prepara “pa” defender
Las Cortes del asedio francés.
Si la suerte decidiera mi fin,
si mi destino fuera morir,
tú nunca olvides que fue por ti.
La batalla pronto va a empezar
¡luchad!
SEGUNDA CUARTETA
(“INNUENDO”, de QUEEN)
Puerto Real
fue de repente destruido sin más,
entre las ruinas se oye un niño llorar,
no queda nada de mi hogar.
¡Ay de mi hogar!
¡Qué destrucción!,
mujeres, niños, viejos, todos igual,
son condenados a una muerte fatal,
sólo unos cuantos conseguimos escapar.
¡Ay escapar! ¡Mi libertad!
Yo no sé que está bien o qué está mal,
hay que matar, aunque siempre yo viví soñando con la paz,
y el pueblo tan sólo quiere, quiere,
poder trabajar, reir y soñar , y cantar.
TERCERA CUARTETA
(“EL BARÓN DE BIDÉ”, de LA TRINCA)
Como en todos los trabajos, en las guerras se logró,
un rincón “pa” fumar, y un ratito de expansión.
Vacaciones, asuntos propios, días libres y demás,
y hasta nos dieron permiso “pa” un concurso carnaval.
Invitamo a los franceses, “pa” poder participar,
porque al menos en los cuplés los vamos a derrotar.
Y dijeron los mesié
que ellos oui participé.
Oh la lá, oh mondieu,
haguemos una chiguigota,
“pa” sacar “mu” buena nota,
al jugado compgagué.
CUARTA CUARTETA
(“NAPOLEÓN, PEPE BOTELLA”…, PASODOBLE DE HNOS. MÁRQUEZ MATEO)
Cuando el concurso empezó
ya ni un disparo se oyó,
hubo tregua en los dos frentes.
Parece que el Carnaval,
es como una enfermedad,
que contagia a toa la gente,
y nos hace diferentes.
Pero al final qué follón,
pues Napoleón
tuvo una derrota,
fue gracias a Los Carapapas
que nos escribieron
nuestra chirigota.
QUINTA CUARTETA
(“LAS COSAS DEL QUERER”, de QUINTERO, LEÓN Y QUIROGA)
Luego vino a enamorame
una bella francesita,
vi como poquito a poco
se acercaba a mi garita.
No era muy fea de cara
aunque tenía bigote,
y pensé que las francesas
son así, ¡Ay qué carajote!
Lo nuestro tiene que ser
aunque todas las mañanas
yo te preste mi Guillete.
Son las cosas de la vida,
son las cosas del querer,
hasta que yo me dí cuenta:
la gachín era un gaché.
Desde entonces lo vi claro,
la batalla está “ganá”,
ellos son de mariconia
y yo de Puerto Real.
Que no tienen “ná” que ver,
gaditanos y franceses
con las cosas del querer.
SEXTA CUARTETA
(“LA LEYENDA DEL TIEMPO”, de FEDERICO GARCÍA LORCA y R. PACHÓN))
En las guerras siempre existen
sinvergüenzas y traidores,
sinvergüenzas y traidores.
Fueron los afrancesados
unos malos españoles,
unos malos españoles.
También los vemos ahora:
empresarios, presidentes,
empresarios, presidentes,
Que olvidan sus ideales,
y al enemigo se venden,
y al enemigo se venden.
Violadores, terroristas,
el político, el banquero,
el político, el banquero.
Todos ellos son los lobos,
disfrazados de corderos,
disfrazados de corderos.
SÉPTIMA CUARTETA
(“POR EL BULEVAR DE LOS SUEÑOS ROTOS”, de JOAQUÍN SABINA)
Cuando un corazón sabe que se ha roto,
cuando la muerte parece poco,
si no se escuchan ya tus latidos,
la realidad se hace más amarga,
cuando la vida se ve tan larga
y la esperanza ya se ha perdido.
En una ciudad de cristales rotos
cuando la guerra nos vuelve locos,
no recordamos qué fue el cariño.
Cuando la música son dos notas
desafinadas, que alguien las toca
para acallar el llanto de un niño.
Ya de nada me sirve cantar
si hasta en tu Carnaval
hay un toque de queda,
mi batalla tan sólo será
por tener libertad
“pa” cantarle a mi tierra.
“pa” cantarle a mi tierra.
OCTAVA CUARTETA
(“CÁDIZ”, de CHUECA y VALVERDE)
¡Viva Cádiz!
se fueron los franceses,
no quieren pelear,
pues dicen que esta tierra
no sólo es Carnaval.
Han visto que la rabia
empuja a nuestro honor,
y siempre humillaremos así,
al invasor.
Si te engañan lucharé,
si te atacan gritaré,
si te matan mataré,
¡mataré, si es necesario!.
la Bahía salvaré,
y a mi pueblo abrazaré,
con mis coplas le diré,
ten valor.
ten valor,
que la batalla final
no ha hecho más que empezar.
¡Viva Cádiz!
el mundo a ti te envidia,
por ser la capital
de los pueblos de España,
y América ultramar,
no existen más fronteras
que las que pone el mar,
y Cádiz luce de otro color
al despertar.
Si al menos un poquito te pude ayudar,
te juro, mi Cádiz, siempre me tendrás
para cantar, para luchar, para cantar, para luchar,
Juro que Puerto Real,
juro que Puerto Real,
con sus manos, con el alma, siempre te defenderá.
La guerra ya finalizó,
¡Que viva tu Constitución!
La guerra ya finalizó,
